Increíble pero real: un condenado parapléjico se fugó en su silla de ruedas
Jairo Vallejos, considerado "uno de los delincuentes más peligrosos de Neuquén", se fugó el pasado martes cuando fue trasladado con custodia policial desde la Unidad Penal 22.
Un joven parapléjico que cumple una condena de 10 años de prisión por haber cometido un homicidio, se fugó con su silla de ruedas desde el hospital de la ciudad neuquina de Cutral Có, en momentos en que fue trasladado hacia allí para recibir algunas curaciones.
Jairo Vallejos, considerado “uno de los delincuentes más peligrosos de Neuquén”, se fugó el pasado martes cuando fue trasladado con custodia policial desde la Unidad Penal 22, en donde cumple su condena, hacia el hospital de Complejidad Media de Cutral Có, para realizarse curaciones a raíz de la paraplejia que sufre.
Según indicó el portal La Voz de Neuquén, este sujeto logró evadir la custodia, tras ser atendido por los médicos, ya que los policías que lo custodiaban afirmaron que “desapareció” y más tarde, una vez que fue atrapado en el estacionamiento del hospital, admitieron que no habría sido ayudado por nadie para escapar.
Las primeras versiones señalan que el joven aprovechó una distracción de su custodia y simplemente salió por la puerta principal del hospital con rumbo incierto, al margen de cierta sospecha sobre la complicidad de los uniformados.
Vallejos tiene un importante prontuario desde su adolescencia. Estuvo detenido en varias ocasiones por robo y luego quedó vinculado a la muerte de otro joven, identificado como Emanuel Barría, apodado “Chuky”, a quien asesinó a tiros.
Por su condición médica (además de ser parapléjico sufre de ataques de epilepsia) quedó detenido en su casa mientras se desarrollaba el juicio por el homicidio, pero fue denunciado en varias oportunidades por salir sin permiso, burlando el supuesto arresto domiciliario.
En una de esas ocasiones fue detenido cuando había ido a retirar dinero de un cajero del BPN sin autorización.
Raid delictivo en 2017
En agosto del año pasado, antes de ser condenado por el crimen de Barría, Vallejos protagonizó un raid delictivo junto a otros tres hombres. En esa oportunidad, tras cometer varios robos en Picún Leufú, escaparon a bordo de un Volkswagen Surán hacia Plaza Huincul, pero chocaron y fueron detenidos.
Luego de ese hecho, se revocó el beneficio de la prisión domiciliaria, ordenándose su traslado a la Unidad Penal 22, donde está alojando, recibiendo algunos cuidados especiales por su estado de salud.